martes, 18 de octubre de 2011

El invento distante

No sé cómo explicarlo porque llegó sin llamarlo, seguro él tampoco lo tenía planeado... fue algo momentáneo que pasó a ser cotidiano...
el principio fue normal, lo casual, el saludo, las preguntitas de rutina y nada más; luego intensificó el ritmo, el tiempo, la voz, las preguntitas y el pecho... ¿el pecho?,  se movía fuertemente, el de ella claro, el de él se movía pero no tan fuerte...

Dos, tres, cuatro ¡PARA!... ¿cuatro?, más... hablaban cinco, seis, hasta muchas horas, hasta despedirse, hasta llegaron a quedarse dormidos por cámara o sea el sentimiento ya había aumentado obviamente entre los dos en ninguno más que en el otro, en los dos era fuerte desde ese momento lo que sentían.

Ninguno ha pensado en terminar la historia inventada por la distancia o por lo que cada uno vive en su país, en su ciudad, ¿dónde están? cuando están en sus encuentros eso es lo de menos, es algo tan fuerte tan simplemente hermoso que lo que menos importa es la distancia aunque lo han tratado de superar y es casi imposible porque es necesario tocarla, besarla, sentirlo, amarlo y esas cosas sólo pasan si él y ella se ven, se miran, se tocan, se hablan, se besan, sólo si la realidad permite unirlos y así la historia puede o terminar o simplemente comenzar.

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